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Parque Ecológico “EL Corchito”

Lugar de tranquilidad y sosiego

Cuando uno piensa en algún lugar para descansar y desea tener al mismo esparcimiento para toda la familia lo más común es irse a alguna playa de nuestro estado y relajarse en el mar, sin embargo una manera de no solo tener esparcimiento sino estar en contacto con la naturaleza es un paseo por el manglar y no hay un lugar más práctico y cómodo para esto que el parque ecológico “El Corchito”.

Ubicado a tan solo unos 36 km de la ciudad de Mérida y a solo 2 km de la entrada de progreso sobre la carretera que va hacia Chicxulub, es un lugar hermoso, con gente amable y tranquila, pescadores locales, que son la misma gente que se encarga de mantener el lugar de una manera limpia, ordenada y grata a sus visitantes.

Al llegar al embarcadero principal se paga una módica cantidad por cruzarte del embarcadero hacia el manglar unos 200 mts, donde encontraras varias palapas, baños, mesas y sillas de madera donde uno puede llevar su propia hamaca y comestibles sin problema alguno, existen varios cenotes de aguas limpias y transparentes donde refrescarse del sol implacable de la primavera y el verano que realmente vale la pena, realmente un lugar como pocos dentro del puerto de Progreso y del estado de Yucatán.

Este parque ecológico no solo te da la opción de refrescarse en sus cristalinos cenotes y ojos de agua dulce, sino te da la oportunidad de hacer una caminata por el mangle con toda tranquilidad gracias a los caminos tipo Sac Be, tratados regularmente para poder hacer un paseo de una manera segura y tranquila y ver las especies que no se pueden ver más de cerca en otros lugares, varios tipos de peces, aves, y mamíferos, entre ellos los curiosos mapaches que andan en el complejo, dando un espectáculo tanto para niños y adultos por igual.

El lugar cuenta con 3 cenotes de grandes proporciones y dos ojos de agua dulce, en los cuales se pueden bañar los niños sin ningún problema.

En entrevista con el Sr José Palomo Castillo, uno de los 23 pescadores que manejan el lugar, nos manifestó que el lugar está pensado, no solo como atractivo para el turista que se apersona, sino como un programa de conservación sustentable de los manglares ,el cual no solo es explotar el lugar sino mantenerlo y protegerlo; nos indicó que ellos ,al estar encargados del lugar, cuidan no solo el mangle, sino la fauna y flora que depende de ellos, un dato interesante es que están en proceso de introducir de nuevo especies casi perdidas del entorno, como el molly de vela, el molly picudo, la mojarra azul y algunas otras clase de mojarras, también en peligro, especies que son endémicas de Yucatán. También están en proceso de habilitar mas cenotes del entorno ya que este complejo cuenta con al menos 10 que todavía no se han rescatado. Don José nos comento que el manejo del parque ecológico ha sido difícil, ya que no siempre se encuentra con la ayuda de las autoridades que ellos necesitan, por lo tanto han tenido que trabajar muy duro para poder mantener el lugar de una manera sustentable.

Cuando asumieron el proyecto de conservación en el año 1990 este lugar había sido destruido casi completamente por el huracán Gilberto en 1988, lo que les dio un enorme trabajo que hacer, y después el huracán Isidoro en el 2002, ya que estos dos atentaron fuertemente con el manglar, ya que como es conocido los manglares son la primera protección que tiene la costa para este tipo de fenómenos. A pesar de estas dificultades el lugar ha sido acondicionado cada vez mejor, pues cada vez que pasa más tiempo el lugar sigue mejorando en aspecto para los visitantes ,no sin antes pensar por el bien del entorno. Al preguntarle cual es la meta del lugar como paraíso ecológico, don José me mira y me señala a un niño de 4 años y me dice: “nuestra meta es que estos niños, regresen, y en el futuro sus hijos con ellos y encuentren este lugar, tal como se encuentra ahora, un lugar limpio, ecológico y amigable con la naturaleza”.

Así que si quieren ir no duden que pasaran un buen rato alejados del bullicio de la cuidad, recostados en una hamaca y disfrutando de la naturaleza en su máximo esplendor, recordemos que los yucatecos somos afortunados en vivir cerca de estos maravillosos lugares, ya que cuando un servidor estuvo en este lugar no faltaron las visitas extranjeras, unos americanos que recorrieron miles de kilómetros y unos franceses, que cruzaron medio planeta para asombrarse de nuestras maravillas naturales, seguramente regresarán a sus casas con el maravilloso recuerdo de haber estado de visita en el parque ecológico "El corchito".

¿Por qué no vamos y lo constatamos nosotros mismos?

Hugo Olivera Maturell

Pesca de Playa Yucatán